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Ser Blogger gastronómico es una enfermedad. Tú eres una persona normal, con sus cosillas, pero normal. Un día decides crear un blog de recetas, y ya empiezan a manifestarse los primeros síntomas.

De repente te vuelves un acaparador, y un envidioso. Ves un molde de bundt, y no entiendes como has podido vivir hasta este momento sin él, y tienes que conseguirlo YA. Da igual que el molde sea de abetos, y que falten 11 meses para la Navidad… tú lo necesitas AHORA, no vaya a ser que se agote… Y qué me decís de ese cortador de rejilla? No hay Blogger que se precie que no lo tenga. No importa que solo lo vayas a usar una vez, y que desde entonces pase a ocupar su lugar en un armario junto a tropecientos moldes que NECESITABAS, y que todavía no has podido estrenar…
Además para ser Blogger gastronómico tienes que tener un montón de ingredientes raros. Tú hasta ahora no lo sabías, pero para cocinar hay que tener azúcar invertido, glucosa, cremor tártaro, flor de sal, y pimienta rosa. Ah! Y semillas de amapola. Y si no, pues no eres nadie. Y ya si te dedicas al fondant, necesitas CMC, goma xantana, y no sé cuántas cosas más que a mí me suenan a fabricación de bombas caseras. De hecho te recomiendo que hagas tus compras en distintas farmacias, si no quieres que el farmacéutico empiece a mirarte raro raro raro.
Tú, que eras un ser pacífico, incapaz de matar una mosca, de repente te transformas. Cuando salen las ofertas de cocina del Lidl, te ves con la cinta de Rambo en la frente, afilando los cuchillos y diseñando estrategias para que nadie se interponga entre la panificadora y tú (zancadillas, codazos, ya sabéis, lo típico)
Tienes 1000 amigos en el facebook (de los que no conoces a la mitad, por cierto), pero en el fondo estás solo. Mientras que los demás celebran, y se ríen en las sobremesas, tú desapareces.
– Dónde está SandeeA?
– No sé, dijo que iba al baño
– Pues le debe haber sentado mal la cena porque eso fue hace una hora…
Al final van a buscarte y te encuentran en la cocina, cámara de fotos en ristre, con un flexo sobre el plato porque la luz es muy mala, e intentando despejar la encimera de botellas y platos sucios para sacarle una foto al corte de la tarta… A partir de ese momento, además del farmacéutico, te miran raro tus amigos…
Así que ya conocéis los peligros del blog. Y que si nos encontramos en el Lidl, es mejor que os apartéis 🙂

Esta receta originaria de Italia, tiene forma de rosca trenzada generalmente. Podéis ver un vídeo aquí de cómo se elabora la trenza (a partir del minuto 4), es muy sencillo, pero se ve más claramente en imagen que explicado en palabra. Es una masa semihojaldrada, mucho más fácil de elaborar que cualquier hojaldre al ir la mantequilla pincelada sobre la masa, y por la forma de cortarla ahorrándose los doblados.

Prefermento

135 gr harina de fuerza
15 gr levadura de panadería (en la versión original 13 gr)
75 gr de agua a temperatura ambiente

Masa principal

400 gr harina de fuerza
75 gr azucar
120 gr leche a temperatura ambiente
3 yemas de huevo mediano
1 cucharadita de sal
120 gr de mantequilla a temperatura ambiente

Glaseado

50 gr de azúcar
50 gr de agua
150 gr de azúcar glasé

Relleno
Uvas pasas
Nueces
75 gr de mantequilla fundida

ELABORACIÓN TRADICIONAL:
Mezclamos todos los ingredientes del prefermento hasta obtener una masa homogénea, formamos una bola, y dejamos fermentar hasta que duplique su tamaño (una media hora).
Pasado ese tiempo, mezclamos la harina con la leche, el azúcar, la sal y las yemas. Amasamos, y cuando esté todo bien mezclado, añadimos el prefermento y seguimos amasando. Después añadimos la mantequilla poco a poco. Hay que trabajar bien, hasta conseguir una masa bien lisa y que no se pegue a la mesa. Formamos una bola y la dejamos fermentar hasta que duplique su tamaño.
Cogemos la masa y sin volver a trabajarla la estiramos con el rodillo hasta un grosor de 2-3 mm. Pincelamos con la mantequilla derretida el rectángulo que se ha obtenido, distribuimos en la superficie las pasas remojadas y las nueces. Enrollamos para conseguir un cilindro, ahora con un cuchillo bien afilado cortamos el cilindro por la mitad a lo largo, separamos las dos mitades y hacemos una trenza girando una de las mitades sobre la otra (ver video). 
Ponemos la trenza en un papel de hornear y dejamos fermentar hasta que casi duplique su tamaño. Calentamos el horno a 180º, horneamos durante 30 minutos, hasta que la superficie esté dorada.
Preparamos la glasa calentando el agua con el azúcar normal hasta que hierva. Dejamos hervir un minuto, retiramos del fuego, agregamos el azúcar glass y mezclamos muy bien, idealmente con unas varillas pequeñas.
Pincelamos la trenza a nuestro gusto y dejamos secar.
ELABORACIÓN EN THX:
Ponemos los ingredientes del prefermento en el vaso, y mezclamos 10 segundos a velocidad 6, y dos minutos a velocidad espiga. Dejamos reposar en el vaso hasta que doble volumen.
Agregamos el resto de los ingredientes excepto la mantequilla, y programamos 3 minutos, vel. espiga. Pasado ese tiempo programamos otros 3 minutos vel. espiga, mientras que por el bocal vamos añadiendo la mantequilla a pequeños trozos.
El resto igual que la elaboración tradicional.
Para la glasa ponemos en el vaso thermomix agua y azúcar normal 4 minutos, 100º y velocidad 2. Añadimos el azúcar glass y ponemos 2 minutos a velocidad 5.

Fuente: Foro del pan (Dani68)