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Hoy os presento la (casi) Oreo Gigante, o Galletón, que fue el que se pegó contra el suelo cuando la iba a meter en el congelador…
A veces me pregunto quién pone los nombres a la comida… quizá no sea yo la más adecuada para hablar, que tengo entre mis creaciones huebollos, pollobollos, manzanas a la cárcel, pimientos enrejados y demás…

Imaginaos la situación. Restaurante, se acerca el camarero, que te pregunta sonriente: “le apetecen unas collejas?” Pues sí, majo, y yo te doy una patada, y te preparo unos huevos estrellados, hace?
Qué artista el que se inventara los huevos estrellados! Porque que recuerde ahora mismo, yo he preparado: tortilla estrellada, bizcocho estrellado, pez relleno estrellado y esta megaGalleta estrellada… y nunca he logrado tanto éxito! Hasta para poner nombre hay que tener arte en la cocina (y morro)
Después tenemos los nombres que menos comida, te sugieren de todo… qué me decís del atascaburras? Y la ropa vieja (yo siempre pienso en calcetines sucios)? Claro que para macabro, el brazo de gitano, los niños envueltos, o el pollo violado (pollo marica en Portugal)
Luego está el rabo de toro, que da lugar a muchas confusiones. Porque claro, yo siempre había oido “rabo de toro” por aquí, “rabo de toro” por allá, y en ninguna receta veía “rabo de vaca”. Así que yo, había dado por supuesto que se trataba de “ese” rabo. Menos mal que una amiga bloguera, vino a sacarme de mi error, cuando publicó su rabo de toro. En las fotos pude apreciar que este rabo tenía hueso, y usando mis dotes de
deducción, que para eso tiene una estudios universitarios, concluí que debía tratarse del “otro” rabo.
Ahora, que lo peor son los restaurantes donde tardas más en pedir el plato que en comértelo. “Filet mignon en su camita de verduras de temporada con aires de grandeza“ (los del cocinero). Y cuando llega el plato, efectivamente el filete es mignon mignon (pequeño), y está tan a gusto en la cama de verduras que no hay quien lo encuentre… Tienen que poner esos nombres tan largos para que tardes más en comer, porque si no, acabarías enseguida, y no harían negocio… Y también para cobrarte más, porque no es lo mismo comer ensalada de pollo, que “tiernos bocados de solomillo de pollo sobre cama de hojas verdes, y croutons”, o no? Lo segundo vale 20 euros más mínimo…Vosotros cuando vais a esos restaurantes y pedís, decís el nombre entero del plato? Yo voy a tomar la “milhojas de pasta brick rellena de foie y verduritas caliente, con reducción de PX”… A mí es que me parece de un ridículo! Vamos, que casi prefiero llamar al camarero de antes y decirle que me lo he pensado y que quiero unas collejas!


Ingredientes (para cada tapa de la megaGalleta):

320 gr de harina normal
60 gr de cacao puro en polvo
1 1/2 cucharada de té de levadura química
1 cucharada de té de bicarbonato
1 1/4 sal marina
225 gr  de mantequilla a temperatura ambiente
140 gr de azúcar moreno oscuro
200 gr azúcar normal
2 huevos grandes
2 cucharaditas de té de extracto de vainilla

Precalentamos el horno a 170º. Preparamos el molde que vayamos a usar, yo en este caso este de Nordicware, que es genial, y os recomiendo, y que compré en Enjuliana. En teoría es para bizcochos, pero ya véis que también sirve para galletas gigantes. En la receta original usan una sartén para hornos, pero sirven muchos tipos de molde. Debe ser un poco profundo y al menos de 24 cm para que no desborde la masa en el horno.  En un bol, mezclamos bien la mantequilla con los azúcares. Agregamos los huevos de uno en uno, y la vainilla. Añadimos el resto de ingredientes, y mezclamos lo justo para que se repartan bien la harina, cacao e impulsores. Ponemos la masa en el molde, y presionamos bien. Introducimos en el horno, en una bandeja colocada en el tercio inferior del mismo, y horneamos unos 30 minutos.
La textura de la galleta es la de una cookie americana, los bordes son secos como nuestras galletas, pero el centro conserva cierta humedad, aunque no tanta como un bizcocho. Dejamos enfriar en el molde unos 10 minutos, y desmoldamos con cuidado.
Para el relleno usé medio litro de nata montada con 3 cucharadas de azúcar, porque la idea era congelarlo para hacer una galleta de helado gigante… claro que cuando la iba a meter en el congelador la megaGalleta decidió pegarse un galletón contra el suelo… así que no hay foto del corte!