Seleccionar página

 

No hay excusa para no preparar esta receta: es fácil, vistosa, rápida, deliciosa, económica y sorprendente!

Así que si no la vais a preparar, id pensando una buena excusa para darme… y tened en cuenta que como profesora ya he oido de todo!  (la de que los deberes se los ha comido el perro me la creo desde que yo una vez tuve que explicarle a un alumno por qué su examen estaba todo mordisqueado… por mi hijo!)
Ahora si no te interesa la fotografía, o tienes conocimientos avanzados sobre ella, mejor pasa directamente a la receta. He dudado mucho si escribir esta entrada porque no me siento cómoda hablando sobre un tema que no domino… pero sois tantos los que me habéis preguntado por la «mejora» de mis fotos que me apetece compartir con vosotros lo que he aprendido… Impartiendo clase muchas veces he comprobado que una buena técnica de aprendizaje es que unos alumnos que entienden un poco más, expliquen a otros que entienden un poco menos, y eso es lo que me ha animado finalmente a decidirme a compartir con vosotros mis (escasos) conocimientos sobre fotografía culinaria. Seguramente incurriré en errores, o simplificaré demasiado, así que agradeceré que corrijáis, porque no olvidéis que yo estoy aprendiendo también.
Tengo una Canon Eos 1000 D. Hasta hace dos meses no sabía ni el nombre de la cámara. Lo primero que he hecho ha sido leerme el manual  de la cámara. Ahí, y gracias a otros tutoriales que os dejaré al final del post he aprendido que:
– Foto significa luz… Vamos, que ya lo sabía pero nunca me había parado a pensarlo. Así que lo más importante a la hora de sacar una foto, va a ser la luz. Mejor natural, nunca flash. Luz difuminada, no directa (en mi caso, las cortinas de la cocina me sirven para difuminar). Si la foto tiene demasiado luz estará sobreexpuesta, y si tiene poca luz estara infraexpuesta.
– ¿Cómo podemos controlar la luz con la cámara?  Con la apertura del diafragma, la velocidad de obturación (velocidad de disparo), y la ISO. La ISO es la sensibilidad de la cámara a la luz. Si la aumentamos, habrá «ruido» en la foto (una especie de granillo en las imágenes). Entonces lo mejor, mantener la ISO lo más baja posible. La apertura del diafragma, viene representada con la letra F. Si abrimos el diafragma (F más pequeña) entra más luz, y disminuye la profundidad de campo (que es el campo que se ve enfocado en la foto. En fotografía culinaria es típico el efecto bokeh, en el que se enfoca el plato principal y el fondo aparece desenfocado). Si cerramos el diafragma (F mayor) entra menos luz, y aumenta la profundidad de campo (ejemplo práctico, aquí). La velocidad de obturación es la rapidez con la que se produce el disparo de la foto, si es más rápido, entrará menos luz, y permitirá tomar fotos nítidas de un movimiento rápido (congela el movimiento). Si la velocidad de obturación es lenta, entrará más luz, pero solo servirá para fotografiar objetos estáticos, o para que el movimiento salga desenfocado, con estela. Necesitaremos un gran pulso o un trípode para que no salgan las fotos borrosas cuando la velocidad de disparo es lenta. Entonces, ¿como jugamos con estos elementos? Si cerramos el diafragma por ejemplo (entra menos luz), tendremos que compensar con otro movimiento que haga que logremos más
luz: mayor ISO (mayor sensibilidad a la luz, que ya hemos dicho que produce «ruido» en la foto) o velocidad de disparo más lenta, para que esté abierto más tiempo el obturador y entre más luz, lo que nos llevará a necesitar un trípode, o a usar nuestro cuerpo como trípode.
Luego tenemos la parte estética de la foto, y para eso lo que necesitas es tiempo… Tiempo para pensar cómo vas a fotografiar, qué quieres contar, desde que ángulo vas a tomar la fotografía… Generalmente para presentar una receta podemos recrear tres ambientes:
– la preparación de la receta, monstrando ingredientes en la foto
– la presentación del plato en sí, recreando la atmósfera en la que va a ser consumido: ambiente festivo, tradicional, rústico, inglés,… Recomiendan sugerir la presencia de personas en este tipo de presentación, mediante tazas, platos, cubiertos, servilletas,…
– presentación del plato después de degustarlo, o justo en el momento de ir a ser consumido: mostrar el corte de la tarta, un bocado de un plato de pasta, etc
Además, como no, también influye en las fotografías la inversión que puedas hacer en vajillas, paños, cuberterías monos… que podrán acompañar tus platos.
En mi caso, antes pasaba más tiempo cocinando, que fotografiando. Acababa de cocinar, y antes de comer, colocaba el plato de cualquier manera en la mesa y sacaba la foto… si vais a las entradas antiguas, veréis que en las fotos salen mi pared, mis ventanas, mis baldosas, mis mesas, mis sillas, algún dedo,… Ahora, el momento de fotografiar me lleva más tiempo que cocinar, y está bastante planeado, aunque como todavía no entiendo mucho voy haciendo cambios: modifico la composición (pongo un vaso, y luego lo quito, o lo coloco en otra parte), pruebo a sacar la foto desde distintos ángulos: desde arriba, en diagonal, en línea recta, … y saco muuuuuuuuuuuchas fotos. Así, alguna acaba saliendo bien.
Ahora mismo uso como equipo fotográfico mi cámara y un trípode. Saco las fotos en la cocina como ya he dicho, con las cortinas corridas a modo de caja de luz, para que difuminen la luz. Uso el modo de la cámara semiautomático Av, que tiene velocidad de obturación automática, y me permite jugar con la apertura de diafragma, y la ISO manualmente. Me encantaría tener un objetivo de focal fija, pero todavía falta mucho para mi cumpleaños…
Entonces, resumiendo para mejorar tus fotos:
– Dedícales tiempo: planea la composición de la foto, qué quieres contar con la foto, qué se ve en la foto,…
– Conoce la cámara con la que trabajas, independientemente de qué tipo de cámara usemos, y como jugar con la luz en ese tipo de cámara
– Fíjate en fotos que te gusten para tomar ideas de estilismos, composición, … Yo suelo visitar http://www.tastespotting.com/, http://www.foodgawker.com/, y de blogs españoles, me gustan especialemente Zer0gluten, Food&Cook, L’Exquisit, El invitado de invierno, Mylittlethings, Secocina y bueno, un montón más… Además, como no tengo profe que me corrija, envío mis fotos a Tastespotting y Foodgawker… si me las publican sé que son «correctas» y si no, me indican el motivo: falta de nitidez, mala composición, sobreexposición,… He enviado unas 10 y me han aceptado 2, así que no os desaniméis si os rechazan 🙂
– Lee blogs que traten de fotografía gastronómica como Webos-fritos, aquesabenlasnubes, The Pioneer Woman, Food Bloggers Unite,… En concreto en aquesabenlasnubes hay una foto que me encanta porque me mostró por primera vez cómo se saca una foto gastronómica, la podéis encontrar aquí
Espero haberos ayudado… y desde aquí aprovecho para dar las gracias a todas las páginas que menciono por lo que me han ayudado a mí.


Receta: Rollitos de remolacha y mascarpone

Ingredientes

  • 150 gr de remolacha cocida (calabaza, o espinacas para distintos colores)
  • 100 ml de leche
  • 1 huevo
  • 90 gr de harina
  • pizca de sal
  • 1 ajo
  • 200 gr de queso mascarpone a temperatura ambiente (se puede hacer también con cualquier queso crema)

Preparación

  1. Trituramos la remolacha, el ajo, la sal, la leche y el huevo hasta obtener una pasta fina, y agregamos la harina. Mezclamos unos segundos hasta obtener un masa homogénea.
  2. Pincelamos con aceite una sartén grande, y vertemos la masa (a fuego no muy fuerte) que formará una gran tortita del tamaño de la sartén. Cuando empiecen a salir burbujitas, damos la vuelta a la tortita ayudándonos de un plato. Cocemos un minuto por el otro lado y reservamos hasta que se enfríe.
  3. Una vez fría, extendemos sobre la tortita el queso mascarpone, y enrollamos como si fuera un brazo de gitano. Envolvemos en papel film, y llevamos al frigorífico o al congelador para que al cortar logremos un corte limpio.
  4. Cortamos en porciones de un dedo de ancho, descartamos los bordes (es obligación del cocinero probar los platos antes de dárselo a probar a los demás), y servimos.

Preparación: 10 min

Cocción: 5 min

Os invito a visitar el blog de AydaN que se ha animado a hacerlos con distintas verduras, espectacular, verdad?

Beet and mascarpone rolls

Ingredientes

  • 150 grams boiled beetroot (pumpkin, or spinach will also work for different colors)
  • 100 milliliter milk
  • 1 egg
  • 90 grams all purpose flour
  • salt
  • 1 garlic clove
  • 200 grams mascarpone cheese at room temperature

Preparación

  1. Beat the beet, garlic, salt, milk and egg
    using an electric blender until obtaining a fine paste, and add the flour. Mix a few seconds until you get a homogeneous paste.
  2. Using a large skillet on medium fire, brush with oil and pour the dough on the pan, in order to form a large pancake the size of the pan (24 cm). When bubbles begin to appear on one side of the pancake, turn the pancake using a dish. Cook for one more minute on the other side and set aside to cool.
  3. Once cooled, spread the mascarpone cheese over the pancake, and roll like a swiss roll. Wrap in plastic wrap, and take it to the refrigerator or freezer so that the you get a clean cut.
  4. Cut into portions of a finger width and serve at room temperature

Preparation time: 10 minute(s)

Cooking time: 5 minute(s)


Receta adaptada / Recipe adapted from http://www.stumbleupon.com/su/5bFlzT/adamache-laura.blogspot.com/2011/02/pancakes-cu-sfecla-si-ricotta.html